Adaptamos las sesiones de mediación a las necesidades específicas de cualquier tipo de discapacidad, con ajustes personalizados en función de lo que necesite cada persona.
Las modificaciones o adaptaciones necesarias y adecuadas para garantizar que una persona con discapacidad pueda participar de manera plena y en igualdad de condiciones en todo el proceso de mediación podrán consistir en:
Ajustes de comunicación:
Uso de Lengua de Signos Española (L.S.E.), lectura fácil, pictogramas o sistemas de comunicación aumentativa y alternativa (CAA).
Proveer materiales en formatos accesibles, como braille o audio para personas con discapacidad visual. Apoyo de Intérprete de Lengua de Signos Española (I.L.S.E.)
Accesibilidad física:
Elegir espacios accesibles para personas con movilidad reducida, con rampas, ascensores o mobiliario adaptado.
Ofrecer la opción de sesiones virtuales si el desplazamiento supone una dificultad.
Ajustes en la dinámica de las sesiones:
Dar más tiempo para expresar ideas o procesar información.
Fomentar un entorno tranquilo para personas con discapacidad cognitiva o sensorial.
Usar un enfoque más visual o práctico según sea necesario.
Acompañamiento:
Permitir la participación de un asistente personal, intérprete, mediador comunicativo o cuidador si la persona lo necesita.
Te escuchamos. Te entendemos.
La mediación se adapta a tí, no tú a la mediación